La Ortografía: ¿Una barrera o una herramienta?

Se sospecha que la ortografía no existiera para muchos individuos hoy en día, o mejor dicho: existe, pero sólo para “molestar y confundir” a las personas, en vez de “ayudar y regular la escritura”.

Muchas veces, leemos palabras, frases u oraciones con errores ortográficos, y muchas personas no le dan la importancia a una buena ortografía. El hecho de escribir inadecuadamente, hace que lo que se quiere comunicar, pierda el significado, el sentido o incluso causando una mal interpretación. Algunos protegen su mal ortografía diciendo cuán fastidioso puede ser escribir bien, o se escudan en la típica excusa (en el caso de los adolescentes) “es que entre amigos nos escribimos así”. Increíblemente, aunque la gente no lo crea, la ortografía forma parte de la imagen que reflejamos. ¿Cómo es eso posible?

¿Qué pensarías de un profesional, muy bien vestido, que al escribir una carta (digamos, de recomendación, o mejor: su hoja de vida) y contiene múltiples errores de esta índole? Aunque su presencia física equivale a un 10, este simple detalle baja la puntuación obtenida.

En lo personal, me aterra ver como la juventud en estos momentos escribe a su antojo y voluntad. Solo pienso en la revolcada que se daría Andrés Bello si viera como destruyen el idioma. Claro, imagino que si los adolescentes escriben así, es porque deben ver la ortografía como traba, como una barrera, como una camisa de fuerza, de la cual quieren escapar y no saben cómo.

La mala ortografía denota de una persona:

• Falta de lectura.

• Escasez de vocabulario.

• Inseguridad en el individuo, entre otras características.

¿Por qué escribir así? “De desepciOn en desepciOn se krea una nueba iluciOn!”

Cuando lo correcto (y afrontémoslo: estéticamente se ve mejor) es:

“De decepción en decepción, ¡se crea una nueva ilusión!”

Tanto libertinaje lexical habla más de pobreza que de abuso de conocimiento.

¿Es la mala ortografía una enfermedad? Yo diría que sí: diría que en estos tiempos, la mala ortografía es como una gripe que se propaga a la velocidad de la luz, que infecta a jóvenes que “suponen” que escribir mal es cuestión de moda, y los hace mejores. Sin embargo, no todo está perdido: a cada enfermedad, le llega el antídoto: la lectura y el sentido común, aunque bien lo diría Oscar Wilde en su momento “El sentido común es el menos común de todos”

¿Mis recomendaciones?

1. Lee un buen libro (empezar por el diccionario sería lo mejor).

2. Lee el periódico (no solo los cómics y el horóscopo)

3. Consulta el diccionario ante cualquier duda.

4. Si alguien te corrige, tómalo como un buen consejo.

¿Defensores del correcto uso de la ortografía?

Así como tenemos a estos injuriosos de la correcta escritura, tenemos a nuestros defensores de la misma: personas que respetan las normas de la escritura (niños, jóvenes, adultos) que simplemente se niegan a caer en las garras de este infame virus.

No es denotar excelsitud con la ortografía, es escribir como debe ser.

Con esto no quiero decir que estaremos libres de errores, eso sería algo imposible de afirmar. El ser humano siempre cometerá errores, y es probable que se escapen los acentos gráficos (tildes) o salga a flote una confusión, mas es preferible que sea sólo eso, confusiones de momentos y no las malas costumbres de escritura.

A fin de cuentas, la ortografía es una herramienta que, dominándola correctamente, exhibe y manifiesta lo mejor de las personas.

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