Monotonía

Carlos lo que menos ansiaba al final del día era regresar a casa, y no por querer irse de farra, sino que estaba su padre. Su monótono, deprimente, extenuante padre, que lo único que hacía era decirle las faltas a Carlos, pero no daba señal de saberle agradecido por su labor del día..

Carlos no aguantó más, se propuso terminar con ese ciclo, sería determinante, definitivo, estaría "chiuso" pues.

"Es que, sencillamente chico, no quiero discutir una vez fuera de la fábrica, sobre algo que puede esperar a mañana" se decía.

Bendita escena que se repetía todos los días, a la hora de la cena. Bendito capítulo que quería cerrar y no se dejaba.

Eso pasa cuando los seres son viciosos en las vidas adictivas contaminadas.

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